La patata de Sanlúcar, también conocida como patata nueva de Sanlúcar, es una variedad de patata originaria de la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda, en el sur de España. Es una patata temprana, que se cosecha en primavera y se comercializa fresca. Forma y apariencia: La patata de Sanlúcar tiene un tamaño pequeño y una forma redonda y algo achatada. Su piel es fina y lisa, de color amarillo pálido, y su carne es blanca y suave. Es una patata de tamaño similar al de una nuez. Composición y nutrientes: La patata de Sanlúcar es una fuente importante de carbohidratos y fibra, y es rica en vitaminas y minerales, como la vitamina C, el potasio y el hierro. Variedades: La patata de Sanlúcar es una variedad única y específica de patata, que solo se cultiva en la zona de Sanlúcar de Barrameda y sus alrededores. Orígenes: La patata de Sanlúcar es originaria de la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda, en Andalucía, España. Se cree que su cultivo se remonta al siglo XVIII. Usos culinarios: La patata de Sanlúcar es una patata muy apreciada por su sabor delicado y su textura suave y cremosa. Se utiliza principalmente para guisos y ensaladas, aunque también se puede cocinar al horno o frita. Es muy valorada por los chefs de alta cocina por su calidad y sabor. Usos terapéuticos: La patata de Sanlúcar es una fuente de nutrientes importantes para el organismo, y puede ser beneficiosa para la salud. Su consumo regular puede ayudar a mantener una dieta equilibrada y saludable. Curiosidades: La patata de Sanlúcar es una patata muy valorada por su sabor y calidad, y es un producto típico y representativo de la gastronomía de la zona de Sanlúcar de Barrameda. Su cultivo y producción están protegidos por una denominación de origen. Plato por excelencia: Uno de los platos más típicos que se elaboran con patata de Sanlúcar es la tortilla de camarones, un plato tradicional de la cocina andaluza que se prepara con camarones frescos y patatas nuevas de la zona. Cultivos en la actualidad: A pesar de ser una patata muy valorada por su sabor y calidad, el cultivo de la patata de Sanlúcar se ha visto reducido en las últimas décadas debido a la competencia de otras variedades de patatas y a la disminución de la superficie de cultivo en la zona. Aun así, sigue siendo un producto muy apreciado por los consumidores y los chefs de alta cocina.