Tomate de Colgar Cosido: Tradición en la Cocina Española
El tomate de colgar cosido es una variedad de tomate tradicional en la cocina española, especialmente en Andalucía. Se caracteriza por tener una forma redonda y achatada, con una piel firme y lisa de color rojo intenso. En cuanto a su composición, el tomate de colgar cosido es rico en vitaminas A y C, así como en licopeno, un antioxidante que se ha relacionado con la prevención del cáncer. Además, es bajo en calorías y alto en fibra. Entre las variedades de tomate de colgar cosido destacan la variedad "Raf", originaria de Almería, que se caracteriza por su sabor dulce y su piel gruesa, y la variedad "Corazón de buey", con una forma más irregular y un sabor intenso y ligeramente ácido. En cuanto a su uso culinario, el tomate de colgar cosido es ideal para hacer salsas y conservas, ya que su piel firme lo hace resistente a la cocción. También se puede utilizar en ensaladas y platos fríos. En la medicina popular, se le atribuyen propiedades diuréticas y se ha utilizado tradicionalmente para tratar afecciones del tracto urinario. Una curiosidad sobre el tomate de colgar cosido es que su nombre se debe a que tradicionalmente se colgaban los tomates con un hilo en un lugar fresco y seco para que se conservaran durante más tiempo. El tomate de colgar cosido es un ingrediente fundamental en platos tradicionales como el salmorejo y el gazpacho, dos sopas frías de la cocina andaluza. En la actualidad, se cultiva el tomate de colgar cosido en muchas zonas de España, especialmente en Andalucía y en la Comunidad Valenciana. También se puede encontrar en otros países de Europa y en América Latina, aunque su producción es limitada y se considera una variedad autóctona de España.
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